Quizá los dueños de las Compostelas no lo sepan, pero la firma de D. Jaime estampa miles de ellas. Como responsable de peregrinaciones y de la Oficina del Peregrino de Santiago, asistió en primera fila a la radical modificación que el Camino ha vivido en las últimas décadas. El 25 de noviembre falleció en Santiago de Compostela a los ochenta años de edad.