¿Pero es realmente posible hacer el Camino de Santiago con niños? La respuesta es “sí”. Y quizá alguien piense: “¡Pero se van a cansar! ¡Van a estar quejándose todo el rato!” Y sí, seguramente se cansen y se quejen en algunos momentos, pero ¿nunca nos hemos quejado nosotros cuando caminamos largas distancias con amigos? ¿Ninguno de vosotros se ha cansado mientras hacía alguna peregrinación?

Al pensar en hacer el Camino con niños se nos olvida un factor muy importante: nosotros somos los que lo vemos como algo terrible e imposible, no ellos. Nosotros vemos los puntos negativos mucho más que ellos, e incluso imaginamos situaciones terribles y lamentos que jamás ocurrirán. Que el miedo no te frene a animarte a peregrinar a Santiago con niños.

Por ello, respondemos aquí a unas sencillas preguntas que pueden ayudarnos a la hora de planificar hacer el Camino de Santiago con menores:

  • ¿Cuál es la edad ideal para que nuestros hijos se lancen al Camino?

La edad ideal está entre los 8 y los 14 años. El problema de ir con niños menores de 8 años es que la resistencia de éstos es mucho menor, no están preparados para estas marchas y, además, no se enteran tan bien como los mayores de qué es esto del Camino de Santiago. Y es una pena hacer el Camino y no saber qué estás haciendo.

  • ¿De cuántos kilómetros deberían ser las etapas?

Para no cansarlos y que pueda ser realista hacer el Camino con niños, adapta las etapas a unos 15 o 20 kilómetros. Claro que, si tu hijo está hecho un toro, puedes alargar la etapa. Planea con cabeza. Empieza por 15 kilómetros la primera etapa y observa si es demasiado para ellos o puedes alargar más. Además piensa que, a diferencia de muchos adultos, los niños cada semana realizan actividades deportivas fuera del horario escolar, lo cual es una ventaja ya que el esfuerzo y el hacer deporte no es una novedad, ya vienen “algo entrenados”.

Si te planteas hacer muchas etapas del tirón, procura hacer con ellos alguna marcha los días previos para prever cuáles van a ser las dificultades que puedan presentarse en el Camino.

  • ¿Cuántos niños es recomendable llevar?

Cuantos más, mejor. Pues cuantos más niños caminen mejor se lo pasarán y menos se aburrirán. Ojo, tampoco es cuestión de que te conviertan en el “flautista de Hamelín” y vayas con un ejército de infantes detrás. Pero piensa que a los niños le gusta tener con quien jugar, hablar, sorprenderse… si sólo llevas a dos, será más complicado entretenerlos que con cuatro.

  • ¿Qué carga deberían llevar?

Cuanta menos, mejor. Procura que lleven su saco de dormir y lo necesario para una marcha; por ello carga en tu mochila con el mayor peso del grupo. Además, recuerda que hay empresas que te llevan las mochilas. Quizá en estos casos esté más que justificado contratar un servicio de transporte.

  • ¿Un último consejo?

Sí, reserva con antelación en los albergues. Evita hacer colas con los niños y andar buscando sitio cuando todos estáis muy cansados. Ir buscando alojamiento de un lado para otro con chavales deseando dormir o descansar puede ser más agotador que el propio Camino.

Y ante cualquier problema, ante todo, sensatez. La mayor parte de estas preguntas se pueden responder con sentido común.

Si por lo que sea te surge alguna otra duda y quieres hacérnosla llegar, no dudes en escribirnos a info@editorialbuencamino.com