Roberto Jiménez Cabeza es un peregrino que ha decidido expresar con palabras, de manera personal, todo lo que supone llevar una vida itinerante en el Camino de Santiago.

Nació en Madrid hace veintisiete años, y su primer Camino lo hizo con veintitrés, llevando realizados cuatro a día de hoy. Hablamos con él de su libro y sobre lo que significa ser peregrino como forma de vida.

– ¿Qué significa para ti el Camino de Santiago?

A mi modo de verlo el Camino de Santiago es una forma de vida. Muchos creerán que simplemente es andar, pero para eso ya existe el senderismo. El Camino va más allá. Comprime todos los aspectos de la vida diaria y los resume en un breve periodo de tiempo, mientras dura la peregrinación.

Te enseña a valorar las cosas realmente importantes: Las simples. Pero que por ser tan obvias dejamos de apreciar en nuestra vida cotidiana de prisas y rutinas constantes. Te muestra valores como la humildad, el esfuerzo en conseguir cualquier cosa que te propongas, la solidaridad y el altruismo, la igualdad con el resto de personas sin etiquetas de ningún tipo, y la sencillez como estilo de vida. Adquieres una paz y una libertad mental al disponer de la totalidad de tu tiempo, sin control horario predestinado, mientras convives en plenitud con la naturaleza.

Desde lo más básico, desde lo mínimo que necesitamos para sobrevivir, desde ahí mismo empieza nuestra felicidad. Todo lo que supera esa barrera no crea sino problemas y preocupaciones. A medida que aumentan nuestras necesidades de manera inventada por nosotros mismos, ayudados por esta sociedad de consumo que nos acribilla constantemente con falsas necesidades, de tal forma disminuye nuestra felicidad y nuestra paz mental.

El Camino te abre los ojos, te muestra la vida tal y como debería ser: Simple, sana y con lo más básico para ser felices.

– ¿Por qué decides hacer un libro del Camino?

Desde que terminé mi primer Camino y a medida que iba pasando el tiempo sentía que algo había cambiado. No era el mismo. Es una experiencia que te enseña mucho y te hace madurar. Pero se va asimilando poco a poco.

Por eso tenía la necesidad de expresarlo con palabras en un libro. Es como un desahogo en el que te abres a los demás para que conozcan tu historia y sepan lo que el Camino tiene para enseñarles.

La idea surgió por el mes de octubre del 2017. Primero pensé en el esquema que quería para desarrollarlo, es decir, el índice, el orden de todo lo que quería explicar punto a punto. Después vino lo más difícil en cualquier decisión: Empezarlo. Todo lo demás viene de corrido.

Mi idea era esa; poder expresar todo lo que el Camino me ha dado para que los peregrinos se sientan identificados y, los que aún no lo sean, puedan recibir una información previa y les incite a probar esta gran experiencia.

– En la descripción pone que es una guía física y espiritual. ¿A qué te refieres con ello?

Con lo de guía física me refiero a la típica guía de viajes o guía del Camino que hay en varias páginas web. En la parte inicial hablo un poco de la historia del Camino de Santiago y de todos (o casi todos) los Caminos que hay para recorrer hasta la tumba del Apóstol Santiago, al igual que otros de los denominados enlaces entre Caminos más largos, o el recientemente recuperado Camino de Uclés. Todo eso, sumado al capítulo en el que hablo de los Caminos que he hecho yo en forma de diario, sería la parte de “guía física”.

Mientras que guía espiritual denomino a esa parte del libro en la que hablo, en forma de capítulos cortos, de todos los valores que te enseña el Camino: Humildad, solidaridad, igualdad, compañerismo, respeto por la naturaleza, esfuerzo, o la tan ansiada felicidad, mostrándotela de la manera más sencilla, viendo que aumenta a medida que disminuyen tus necesidades materiales. A eso llamo “guía espiritual”.

Porque si bien es cierto que el origen del Camino de Santiago es Cristiano, bajo mi punto de vista puedo decir que si hay alguna religión que tenga relación con la forma de vida en el Camino, esa es la religión budista. El Budismo es vivir el momento presente por encima de todo, respetar al resto de seres vivos y eliminar toda necesidad material. Quien haya hecho el Camino no puede negar que se vive de esa manera mientras peregrinas con tu mochila pegada a la espalda.

– ¿Qué puede aportar el libro a alguien que no haya hecho el Camino?

Para aquellos que no hayan hecho nunca el Camino de Santiago mi principal objetivo es animarles a hacerlo, pero siempre de forma respetuosa y civilizada, porque con el paso de los años está aumentando mucho el número de peregrinos, no todos ellos con los valores necesarios para hacerlo, y eso puede hacer que muera de éxito. Hay que recordar que no estamos de turismo, por eso nunca exigiremos nada y siempre se agradecerá cualquier ayuda recibida por escasa que parezca.

Otro punto en el que hago hincapié es en la mochila. Si físicamente podemos llevarla, si nada nos lo impide, deberemos cargar con ella. La mochila es la principal maestra a la hora de enseñarnos lo poco realmente necesario en el ámbito material, y si nos pasamos guardando cosas en ella, nos lo recordará a cada kilómetro que lo llevemos.

Por eso no entiendo a las personas que, pudiendo llevarla, prefieren contratar servicios de transporte de mochilas. Estoy muy en contra de esos negocios que estropean el Camino y atraen a gente cómoda que lo único que buscan son vacaciones baratas. Peregrinar es superarnos con esfuerzo y aprender todo lo que esta forma de vida tiene que enseñarnos. Aprendizaje muy válido para nuestra vida fuera del Camino.

Este libro puede ayudarles a recibir información de los Caminos que hay y consejos a la hora de preparar la mochila con las escasas pertenencias necesarias. Pero ante todo intento transmitirles la pasión con la que vivo yo el Camino, una experiencia que marcará sus vidas y les hará superarse como personas.

 

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