Dentro del Camino del Norte, en pleno corazón del Principado de Asturias, se encuentra la ciudad de Oviedo. Aquí se une el Camino interior del Norte con el  Camino Francés, a través de un ramal procedente de  León.

El camino del Norte  en  Villaviciosa se  divide en dos ramales. El marítimo que sigue paralelo a la costa y el interior que pasando por Oviedo acaba uniéndose al Francés en la ciudad de Lugo. Este camino es muy agreste. Por él, Alfonso II el Casto organizó la primera peregrinación a Compostela.

Es un hermoso paisaje de tonos verdes y cambiante. Aquí se mezclan vestigios históricos y artísticos que compensan a las dificultades que presenta la orografía. Después de la ciudad de Oviedo, siguiendo el camino hacia Lugo nos encontramos con Grado. Esa villa fue fundada por Alfonso X, aprovechando el gran transito comercial entre Asturias y Galicia.

Más adelante nos encontraremos con el Monasterio de San Salvador, edificado en el S XI, en época de Bermudo II. Los edificios del mismo, son de diferentes siglos y estuvo regido por una comunidad Benedictina vinculada a Cluny.

Como ya hemos  dicho, esta ruta esta sembrada de numerosos monumentos artísticos impregnados de historia que son el reflejo del devenir del Camino. Destacan la localidad de Salas con su Torre y Palacio  y la Colegiata de Santa María la Mayor. En Tineo fue famoso su Hospital de Peregrinos y por la concesión a la localidad de la primera Carta Puebla de Asturias por Alfonso IX. En Pola de Allande destaca el Palacio de Cienfuegos  y la iglesia de San Andrés. Pasado el puerto de El Palo nos encontramos con  Grandas de Salme. Una importante población medieval con numerosos vestigios de su historia. Y coronado el alto del Acebo, nos adentramos en la provincia de Lugo en donde nos encontraremos con el Camino Francés.