Santiago el Mayor o Jacobus fue uno de los apóstoles más cercanos de Jesús de Nazaret. Era procedente de una familia de pescadores. Jesús le puso el sobrenombre de «hijo del trueno». Estuvo en la transfiguración del monte Tabor, en la oración del huerto de los Olivos y en la aparición después de resucitado en el Lago Tiberiades. Fue miembro de la Iglesia primitiva. Según la tradición vino a predicar  la religión cristiana a la Península Ibérica. A través del valle del Ebro, fuertemente romanizado, llegó hasta la actual Galicia, el “Finisterre” de la civilización romana.

Según la tradición, en su pasaje de predicación, en momentos de dificultad, tuvo la aparición de la Virgen a orillas del Ebro. Fue en la ciudad de Caesar Augusta, la actual Zaragoza, sobre un pilar de piedra. En este lugar se edificará de forma muy modesta la primera capilla. De este hecho milagroso proviene la veneración en toda la cultura hispánica a la Virgen del Pilar.

Después de organizar  la evangelización en la provincia de la Hispania, en colaboración de San Pedro, ya obispo de Roma, regresó a Jerusalén para acompañar a la Virgen en su lecho de muerte. Al poco tiempo, fue torturado y martirizado por orden del Rey de Judea, Herodes Agripa I. Su muerte se data hacia el año 42 después de Cristo. Dos discípulos suyos, Atanasio y Teodoro, recogen el cuerpo del Apóstol y  lo trasladan en un barco hasta llegar a Galicia. Es en Iria Flavia en donde le dan sepultura y se mantiene en ese estado hasta que en  S. IX se descubre la tumba, en tiempos del Obispo Teodomiro. Es el inicio de la consideración como lugar santo y el consiguiente arranque de la peregrinaciones desde el medievo hasta nuestros días.