Hablamos de la catedral de Jaca, una localidad situada en pleno pirineo aragonés. La Via Tolosana era una de las rutas principales que seguían la mayoría de los peregrinos compostelanos procedentes de oriente, norte de  Italia y aquellos que seguían la Via Aurelia desde Roma. Una vez pasada la ciudad de Toulouse, abordaban los Pirineos por el paso natural de Somport. Superado el obstáculo, podían reponer fuerzas en el Hospital de Santa Cristina, junto a la actual estación de esquí de Candanchú. Siguiendo el curso del río Aragón a lo largo de 30 kilómetros se encontraban con la ciudad de Jaca.

La catedral de Jaca, una joya del Camino de Santiago

Parece ser que alrededor de 300 años antes de Cristo esta población estaba ocupada por un pueblo ibero denominado “jaccetano”. Fue conquistada por los romanos al frente de Marco Poncio Caton, en el año 195 antes de Cristo. Su situación estratégica, en la ruta de comunicación entre la Galia e Hispania a través del Puerto de Somport,  hace que tenga una importancia vital a lo largo de la historia.

En el siglo XI es declarada como capital del incipiente reino de Aragón. Por todo ello, a lo largo de toda la edad media tuvo gran relevancia en el Camino de Santiago. A través de la ruta compostelana, procedente de Europa, entra en la península Ibérica el estilo románico. Concretamente en Jaca tiene su mayor exponente en su Catedral, dedicada a San Pedro. Su construcción se inicia a partir de finales del siglo XI. Destacamos el “Crismón” de su portada occidental  y el «Ajedrezado  Jaqués». Esta es una decoración en forma de cuadrados que simulan un tablero de ajedrez. Una ornamentación que está por toda la parte interior y exterior del edificio, que posteriormente se difunde por todo el Camino de Santiago.

Su estructura

El edificio esta integrado dentro de la población y consta de planta basilical con crucero y tres naves, la central más elevada. La separación de estas naves es  mediante pilares cruciformes y gruesas columnas. El crucero esta rematado  con bóveda de medio cañón con una cúpula nervada de arcos cruzados soportada por trompas cónicas. El altar mayor esta integrado en un triple ábside escalonado en planta. Estos ábsides, en su parte exterior, están decorados con capiteles, columnas, canecillos y ventanales de medio punto.

A lo largo de los siglos, durante casi 1.000 años, este edificio catedralicio se ha distinguido por conservar las raíces románicas. Es la catedral románica más antigua del Camino y mantiene su conexión íntima con la ciudad y sus habitantes.

Foto principal extraída de jaca.es