Iván Leis nació en un pequeño pueblo cerca de Santiago de Compostela, Negreira, una zona eminentemente rural y primera parada del Camino Fisterra-Muxía. Según sus propias palabras, a sus 34 años se da cuenta de que vivimos en un mundo cada vez más deshumanizado, donde las prisas y las frustraciones se suceden día a día, desviando nuestra atención de las cosas más sencillas. Levantarse, calzarse y Caminar… ¿cómo algo tan sobrio puede resultar tan mágicamente adictivo? Le entrevistamos.

–  ¿Cuál es la relación (pasada y actual) de Iván Leis con el camino de Santiago?

Cuando era pequeño, recuerdo encontrarme en el salón de casa mirando atónito por la ventana el pasar de decenas y decenas de personas cargadas con sus mochilas caminando en una misma dirección. No sabía a donde se dirigían, y preguntaba curioso a mi padre. Los extraños acentos se sucedían y mi padre, propietario de pequeño negocio familiar, me decía que venían iban hacia Finisterre, y que venían de ver el Apóstol y la Catedral de Santiago.

Al parecer, venían desde muchas partes del mundo y sin una razón aparente. Contento con la explicación recibida, y sin darle mayor importancia, pasaron los años y el ir y venir de peregrinos aumentaba de manera considerada. Fue formando para mi parte del paisaje con el que crecí.

Me desarrollé profesionalmente en el campo de la música y la educación hasta que empecé a mostrarle al mundo la idiosincrasia que envuelve a nuestro pueblo. Alejada de los falsos estereotipos concebidos en el exterior donde definen a la totalidad del pueblo español como un destino de abundante sol y dieta mediterránea.

– ¿Cómo conociste a tu esposa?

Hace ahora siete años, tuve la suerte de poder conocer a mi actual esposa, Sienna Leis. Ella, llegó a Galicia como muchas otras personas, Caminando. El destino quiso que incluso se tomara una foto delante de mi casa… ¡caprichos de la vida! Se enamoró de Galicia, de sus gentes, sus paisajes, su gastronomía. Se enamoró del Camino. Y decidió volver. Pero esta vez decidió hacerlo como responsable de Marketing de un prestigioso documental americano, Six Ways to Santiago.

En aquel entonces, yo estaba lanzando mi empresa de eventos, Carpe Diem Galicia, por lo que tuvimos un acuerdo. Ella me ayudaría a lanzar mi empresa con éxito y yo le ayudaría a ella contactar con gente local, propietaria de negocios para ayudarles a poder conseguir los fondos necesarios para lanzar ese bonito trabajo.

Durante siete meses nos ayudamos, el uno al otro, conversando de manera online y sin ningún tipo de romanticismo. Hacíamos un buen equipo y todo salió a pedir de boca. Mi empresa se lanzó con éxito, al igual que el documental. De hecho, fuimos los encargados de organizar la ruta promocional con la directora, para impulsar el lanzamiento del mismo, así como colaboradores activos en su estreno europeo en Santiago de Compostela.

El buen entendimiento nos hizo plantearnos probar a tener una cita, y también nos entendimos. Tanto, que en octubre de 2014, día de San Francisco, contrajimos matrimonio en la catedral de Santiago de Compostela. Y todo bajo la atención de nuestro ya amigo, el franciscano Paco Castro.

– ¿Qué hace que un gallego de Negreita se vaya a vivir a Estados Unidos?

Unos cambios en 2016 hicieron que decidiésemos coger las maletas y cruzar el charco definitivamente. El primero de ellos fue que tuve la suerte de ser elegido para representar a España en el Programa de Jóvenes Líderes de Eurasia –YTILI- en el cual me propuse un reto. Este era crear un puente intercultural entre España y los EEUU. A través de las artes, utilizando como principal respaldo el Camino de Santiago.

Dicho acercamiento tenía y tiene un doble propósito. Por un lado, generar un interés mayor por parte de la audiencia internacional con el fin de mostrar al mundo la otra cara de España. Incidiendo principalmente en Galicia como región diferenciada del Noroeste Peninsular y por supuesto meta de la ruta jacobea. Y por el otro lado, ofrecer oportunidades de desarrollo a los negocios y jóvenes locales en las áreas rurales de Galicia y España.

Igualmente, mi mujer recibió una oferta por parte de Harvard University para formar parte del equipo directivo. Ella perteneció como miembro activo durante más de una década. Una oportunidad inigualable que debíamos aprovechar. Y la guinda del pastel… la noticia de su embarazo. Así que con mucha ilusión, fé y esperanza, decidimos poner rumbo y mudarnos a Boston.

– ¿Cómo divulgas los valores del Camino de Santiago en donde vives ahora?

Hace poco más de un año que me encuentro en la ciudad. Cuando hecho la vista atrás, hago resumen de lo que he podido compartir durante mi estadía aquí.

En el campo de la docencia, imparto clases y seminarios en un emblemático Centro Educativo de Cambridge, fundado en 1970 y situado en el corazón de Harvard Square. El objetivo principal es crear un acercamiento cultural a estudiantes de diversas nacionalidades. Y mostrar España y Galicia como destino de la Ruta Jacobea.

Por otro lado, he tenido la oportunidad de colaborar con la Fundación Galifornia. Con ella he cruzado los más de 3.900 kms que separan las ciudades de Chicago y San Francisco a bordo del mítico California Zephyr.

Igualmente, ha sido un año en el que Camino Stars, nuestra pequeña empresa de Tours, ha cumplido el sueño de decenas visitantes entusiasmados con Galicia y el Camino.

También he tenido tiempo para recordar mi niñez, y con el propósito de acercar un programa de oportunidades en las zonas rurales de España, he creado Women Who Walk the World. Una organización cuyo propósito es el de empoderar a las niñas y mujeres más aisladas.

– ¿Qué idea tiene la gente de Estados Unidos acerca del camino de Santiago?

Es una buena pregunta, al igual que compleja en su respuesta. El éxito de los últimos trabajos cinematográficos tales como The Way, han incrementado notablemente el interés por la ruta jacobea.

Por tanto, la media juega un papel fundamental en nuestra difusión siendo esta de vital importancia. Me di cuenta de que se necesitaba crear una oportunidad educar a la gente en el exterior. Que pudiesen aprender y poder crear un feedback directo y sin intermediarios con nuestros productores.

Una plataforma de visualización donde nosotros pudiésemos mostrarnos como región y mostrar al mundo la calle más larga de Europa. El objetivo, ofrecer el medio perfecto para mostrarse al mundo. Proponiendo un nuevo reto narrativo y estético al mundo audiovisual que será presentado en octubre de 2018. Después de dos años de trabajo, hemos conseguido sacar adelante el Camino de Santiago Film Festival.