A menos de 30 kilómetros de Fabara nos topamos con uno de los hitos del camino: Caspe. La localidad tiene uno de sus atractivos históricos jacobeos más importantes de nuestra ruta, ya que la tradición nos informa que Caspe fue la cuna natal de San Indalecio, uno de los siete Varones Apostólicos a los que la Virgen María se les apareció en el año 40 d.C. en Zaragoza para entregarle al apóstol Santiago el Pilar sobre el que levantar la Iglesia en España. Aunque en mal estado, está señalada la casa en la que nació el santo.
Construida entre los siglos XII y XVI, es de marcado estilo gótico. Fue fundada por la Orden Militar del Hospital de Jerusalén. En esta obra contrasta la sobriedad interior con lo recargado de la portada (1412). En su interior, incluye una capilla dedicada al patrón jacobeo, con conchas decorativas.
Plaza de España, (Casa Palacio Plazuelo Barberán), 1