El albergue de peregrinos es bastante grande, pero se encuentra alejado de cualquier bar o tienda. Cuenta con productos de bebida y comida y también hay parada de autobús para bajar a Ribadesella.
Antiguo templo románico fue devastado por incendios y reconstruido después de la Guerra Civil, concretamente en el año 1958. De su primera edificación aún conserva algún resto, como es una ventana en su ábside y algunos canecillos.