La ciudad fue un referente inmigrante por la minería y después por su importante industrialización. En la foto, la iglesia de San Vicente, en el centro de la ciudad.
Antes de llegar a la Barakaldo, podemos visitar, si se encuentra abierta, la ermita de Santa Águeda, situada poco después del puente del Diablo. La ermita cuenta con un bajorrelieve y una vidriera dedicada a Santiago.