Tras la huella mudéjar y romana, llegamos a una localidad cuyos inicios remontan a tiempos íberos. Alagón se levanta en la desembocadura del Jalón en el Ebro. En un casco viejo que evoca mudéjar, nos topamos con la iglesia de San Pedro Apóstol y con la iglesia de San Antonio de Padua, antigua propiedad junto al edificio anejo -antiguo colegio- de la Compañía de Jesús. Si alzamos la mirada hallamos la ermita de la Virgen del Castillo, en la zona alta.
Situada sobre la antigua mezquita con ábside mudéjar; el retablo mayor (siglo XVI) merece unos minutos. En el propio templo encontramos a Santiago doblemente representado: en una tabla flamenca del siglo XV y en un lienzo barroco, en la representación de Santiago matamoros.