Si la vegetación nos lo permite, veremos a nuestra izquierda (noroeste), como a un kilómetro, una pequeña elevación. En su cima se encuentra el Castro Lupario. Un castro era un pequeño recinto fortificado de la Galicia prehistórica. Pero este no es un castro más. La tradición jacobea afirma que en este residÃa la reina Lupa. A ella acudieron los discÃpulos del Apóstol Santiago para preguntarle dónde podÃan enterrarlo. Tras una serie de hechos milagrosos, Santiago fue enterrado cerca de allÃ, en el lugar en el que hoy se levanta la Catedral de Santiago de Compostela.
Aunque se encuentra muy cerca, a los peregrinos nos cuesta acercarnos. Si te animas, está a kilómetro y medio tomando el desvÃo a Angueira de Castro, una vez abandonado el núcleo urbano de A Picaraña. El Castro sorprende por el buen estado de conservación de su muralla milenaria.