Siempre ocurre lo mismo y parece que no hay solución posible. El 1 de agosto, este año además fin de semana, es la fecha señalada por miles de personas para comenzar su peregrinación. Saint Jean, Roncesvalles, Pamplona, León, O Cebreiro o Sarria se han visto absolutamente desbordados por la masiva presencia peregrina.

Así, sólo en Roncesvalles comenzaron el camino el sábado más de setecientos peregrinos, y unos 500 el domingo. A esta oleada de peregrinos se les irán sumando los que inician el Camino más cerca de Santiago. Es cierto que agosto es el mes de las vacaciones por antonomasia y muchos trabajadores no tienen otras fechas para acudir al Camino. Pero también es cierto que esta masificación desvirtúa en cierta medida el Camino de Santiago, impidiendo el encuentro interior y con la ruta ante la vocifeante muchedumbre.

Un 1 de agosto, el Camino nuevamente saturado. Y el año que viene… Año Santo.