La Vía Láctea puede observarse en el cielo nocturno de España. Su nombre proviene de la mitología griega, y en latín significa ‘camino de leche’ por su apariencia: una banda de luz o manto lechoso que rodea el firmamento. En realidad, se trata de polvo y miríadas de estrellas que forman una discontinuidad entre unas zonas más claras que otras. En el cielo es conocida por los peregrinos como el ‘Camino de Santiago’, porque se dispone en sentido este-oeste, que es la orientación del Camino en el norte peninsular.

La iniciativa jacobea-astronómica se denomina ‘El Camino de las estrellas’, de momento se encuentra «en fase de proyecto», aunque pretende desarrollarse desde Puente La Reina (Navarra) hasta Santiago de Compostela, mediante la transformación del alumbrado a uno más eficiente energéticamente, a largo plazo.

«De momento es una idea, que el Camino no sólo tenga su reflejo en la Tierra, sino que de alguna manera se proteja el del cielo, que es la Vía Láctea. Lo interesante es que ésta se visualiza en aquellos puntos del Camino en los que no hay contaminación. Es un testigo fiel del grado de pureza del cielo», ha explicado Fernando Jáuregui, director del Planteario de Pamplona.