La presión vecinal ha obligado al Gobierno del Principado a rectificar su intención inicial de no empedrar el Camín Real a su paso por la localidad de Berbes, en Ribadesella. La última palabra de las autoridades regionales es que la senda por la que discurre el tramo mejor conservado del Camino de Santiago en el concejo riosellano sí será finalmente empedrada.

La reacción del Ejecutivo regional fue una respuesta al malestar de los vecinos de Berbes por lo que consideraban una rehabilitación «chapucera», la que se ejecuta estos días en la zona de La Caneyona. La movilización vecinal comenzó cuando, hace unos días, el Gobierno regional inició la reparación del Camín Real. Material integrado por zahorra, aplastado con rodillo, sustituye ahora a la piedra que tenían los primeros doscientos metros de este tramo del Camino de Santiago. Las autoridades regionales, que en un primer momento subrayaron que no empedrarían la senda, cambiaron ayer de opinión en cuanto supieron de las intenciones de un buen número de vecinos de hacer públicas sus quejas.

La indignación en el pueblo es palpable y los vecinos no entienden cómo las autoridades locales y regionales han permitido y ejecutado una restauración tan «chapucera» en un tramo del Camino de Santiago tan antiguo y de incalculable valor patrimonial e histórico. Otros vecinos que no entienden los resultados de las obras en el vial son Carmen Ceñal y su marido, Graham Bell. «Si el Ayuntamiento recibe subvenciones por mantener el Camino de Santiago no sé por qué no se ha hecho una rehabilitación, en lugar de taparlo con zahorra», apuntó el matrimonio. Ambos recuerdan que en Berbes, además de realizar esta rehabilitación «poco acertada», los caminos están abandonados. Subrayaron que hay cientos de posibilidades para hacer senderismo y disfrutar caminando de la fauna y flora autóctona, pero que los caminos están abandonados y cerrados al paso.

Por su parte, el alcalde pedáneo de Berbes, Eduardo Cifra, reconoció que lo más adecuado para recuperar este vial es utilizar piedra, pero asegura que el Principado le subrayó hace unos días que no tenía capacidad económica para utilizar este material. «Desde la Dirección de Urbanismo me dijeron que no hay dinero, y ésta es la única opción que me habían dado. Tuve que elegirla porque era necesario arreglar el vial, que era intransitable, y prefiero que algo se arregle y los vecinos puedan caminar con seguridad, aunque sí hubiese preferido que fuese empedrado», subrayó el alcalde pedáneo, poco antes de que el Principado rectificara y anunciara que sí empedraría el Camín Real.

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