«De Castrojeriz a Brujas; Comercio y Mecenazgo en el Camino de Santiago», es el título de la exposición que acoge la iglesia de San Juan de Castrojeriz (Burgos) y que se podrá visitar hasta octubre.

Durante los siglos XV y XVI la exportación de lana castellana hacia los mercados del norte europeo, especialmente hacia los importantes telares de los Países Bajos, vivió uno de los momentos de mayor auge. En este período fueron numerosos los mercaderes burgaleses y castreños que formaron compañías mercantiles, bajo el amparo del Consulado del Mar, para negociar con la lana merina en las principales plazas financieras de la época.

Brujas fue sin duda el destino donde se concentró el mayor volumen de las importaciones castellanas. Numerosas compañías castreñas pertenecientes a importantes familias –Gallo, Castro Múxica, Brizuela, Ontaneda, Fromista, Carrión, Astudillo, Martínez Somero– alcanzaron durante esta época sus niveles máximos de actividad y de enriquecimiento, eligiendo la iglesia de san Juan para construir sus panteones funerarios.

Pero el comercio hacia Flandes no sólo fue un viaje de ida, a su vuelta los comerciantes aprovechaban el tornaviaje para traer a Castilla productos manufacturados.

El mercado castellano acogía con entusiasmo las ricas telas, los lujosos tapices, los trípticos, tablas y esculturas flamencas. La calidad de estas obras artísticas y su nuevo concepto estético contribuyeron a que en el Reino de Castilla se fuera generando un movimiento artístico conocido como “hispano-flamenco”. A través de las pinturas flamencas conservadas en Castrojeriz y su merindad se produjo la introducción en estas tierras de modelos flamencos fijados por algunos de los más importantes artistas del norte europeo, en los siglos XV y XVI, de las que son buen ejemplo las obras que se presentan en esta muestra.

Web de la exposición: www.castrojerizbrujas-expo.es