Se han propuesto doctas explicaciones filológicas sobre el pequeño arroyo de Lavacolla. En sintonía con la verosimilitud de las tradiciones que el tiempo mitifica, las aguas del pequeño río Lavacolla sigue fluyendo a poco más de dos leguas de Compostela, y sigue brindándose, como lo viene haciendo desde siglos, al lavado de los peregrinos. Sigue el artículo aquí.