Eminentemente agrícola, el municipio de Batea está formado por los antiguos poblados de Pinyeres y Algars, destaca por su zona antigua con unos perfilados arcos que conforman unos bonitos porches. Merece la pena pasear por el casco viejo de la localidad y sus calles con arquerías, donde quedan restos de construcción medieval; sobre todo por la calle Mayor (s.XIV).
Se empezó a construir en 1764, en pleno siglo XVIII, época de progreso económico del pueblo. Es de estilo barroco y fachada neoclásica. La iglesia tiene un formidable campanario de muros potentes y estructura arquitectónica esbelta. El interior del templo es una gran sala de planta basilical, con tres naves separadas por filas de pilastras de capitel corintio y gran cúpula de medio punto. Destaca el portal de piedra de estilo renacentista procedente de la iglesia antigua, reconstruido para el acceso a la Capilla del Santísimo. En el Baptisterio se ha conservado la pila de bautismo original, una pieza de piedra monolítica, también procedente de la anterior iglesia, siglo XIII.