La primera mención de este monasterio del Salvador se remonta al s. X, cuando convivía una comunidad de frailes y monjas. Adoptó la regla de San Benito en el año 1080 y fue habitado por una comunidad femenina en 1126, aunque un grupo de clérigos seguía dirigiendo los oficios litúrgicos. El cenobio fue deshabitado en 1891 y desde el año 2013 acoge un albergue de peregrinos que está gestionado por la Associação de Peregrinos Villa Valeriani. Aunque la iglesia románica primitiva fue muy reformada en el s. XVIII, aún conserva el ábside, mientras que el monasterio todavía luce parte del claustro original.