Si nos atenemos a la Real Academia Española, Jacobeo es un adjetivo que hace referencia a lo «perteneciente o relativo al Apóstol Santiago«. Si recordamos el nombre original del Apóstol (Jacob) y alguna de sus derivaciones, como Jacobo, nos queda más claro este término. Nuestra web original, Jacobeo.net, tomó su nombre por ser «jacobeo» (lo relativo a Santiago) y «.net» (la extensión que hacía referencia en otra época a lo relativo a Internet). Hoy www.jacobeo.net cambió de nombre a www.editorialbuencamino.com.

Este adjetivo de «jacobeo» (xacobeo, en gallego) es muy conocido en referencia a los Años Santos Compostelanos, que son denominados también Año Jacobeo o, en gallego, Ano Xacobeo. Se refieren a los años que son considerados santos y en los que, por lo tanto, se abre la Puerta Santa de la Catedral de Santiago de Compostela. Estos años son aquellos en los que el 25 de julio, festividad de Santiago, cae en domingo. Así fueron los pasados años 1993, 1999, 2004, 2010 y 2021 y así serán 2027, 2032 y 2038. Es una cadencia regular de 6-5-6-11 años (exceptuando el último año de cada siglo) lo que ofrece 14 años jacobeos por siglo. Como curiosidad, el Año Santo de 2021 se extendió durante todo el 2022 de manera excepcional debido a la pandemia del coronavirus. La tradición indica que fue el Papa Calixto II quien lo estableció en 1122 y así se celebró por primera vez en 1126 aunque no está basada en ninguna documentación. De todas formas, los primeros Años Santos documentados no son hasta la primera mitad del siglo XIV.

La celebración del Año Jacobeo ofrece la indulgencia plenaria, que quiere decir el perdón de los pecados, a los fieles cristianos con las siguientes condiciones:

  1. Visitar la Catedral de Santiago de Compostela.
  2. Rezar alguna oración (al menos, el Credo o el Padrenuestro) y pedir por las intenciones del Papa. Se recomienda también asistir a la Santa Misa.
  3. Recibir los sacramentos de la Reconciliación y de la Eucaristía. Se puede confesar y comulgar en los quince días anteriores o posteriores a la visita de la catedral.

Queda claro por estas condiciones que no es necesario realizar el Camino de Santiago ni llegar a pie o en bici para ganar la indulgencia plenaria. Esta gracia se puede ganar una vez al día y se puede aplicar a difuntos, en comunión con los santos, con la esperanza de que esta ayuda le lleve al cielo.