Comer en el Camino de Santiago

Durante toda peregrinación o marcha es importante alimentarse bien. Pero ¿qué debemos comer en el Camino de Santiago y de qué manera para tener un “Buen Camino”?

Si quieres llegar de una pieza a los pies del santo, lo primero de todo es que te mentalices de que el Camino de Santiago no es algo que deba tomarse como “operación fitness”. Vamos, que no hagas el tonto con querer adelgazar y comas menos por ello. Las probabilidades de que te dé una “pájara” son altas si comes poco y andas mucho.

Agua

Dicho esto, comenzamos por el tema del agua. Es importante llevar siempre la cantimplora llena y beber abundantemente mientras caminamos. Aprovecha para repostar en cualquier fuente o lugar donde pares y haya acceso al agua. No pases nunca de largo en estos lugares. Nunca sabes si luego te entrará sed en un lugar donde no haya acceso al agua.

Qué comer al caminar

También para el camino, al igual que cuando se hace una excursión a la montaña, piensa que es bueno llevar frutos secos, chocolate o barritas energéticas. Para ir comiendo mientras peregrinamos. Ojo, no confundir las barritas energéticas con esas que venden de cereales llenas de azúcar de liberación rápida. Éstas últimas no sirven para nada.

Peso

No cargues con mucha comida al inicio. Piensa que en las localidades por las que vayas pasando, podrás comprar todo lo necesario para alimentarte bien. Calcula no llevar mucho peso en alimentos.

Lo más importante, y el punto en el que casi todo el mundo que ha hecho el Camino coincide, es el desayuno. ¿Has visto esas películas americanas en las que desayunan mil historias como bacon, embutidos, cereales, zumo y huevos? Nada que ver con ese triste vaso de leche y cuatro galletas que tomas tú en España. Aquí, en el desayuno, piensa a lo grande. Si tienes la gran suerte de que a las 6 de la mañana hay un bar abierto cerca del albergue donde pasaste la noche, te recomendamos coger fuerzas allí para el día. Si no, puedes ir tirando con frutos secos o comida envasada que ya hayas comprado previamente hasta que llegues a un lugar donde puedas desayunar.

También es recomendable comprar pan y embutidos el día anterior y prepararte un bocadillo para el inicio de la marcha. Da igual si desayunas más tarde unos días que otros, mientras no dejes el desayuno para el mediodía irá bien.

Más comida…

Y respecto a la comida, no te preocupes por la hora, aquí también sirven los bocadillos o supermercados y bares si hemos llegado a algún pueblo o ciudad. Aprovecha para recuperar las fuerzas perdidas durante la mañana. Y la cena, copiosa pero no contundente, no te infles cenando pues puede que luego no descanses bien por culpa de ello.

En el caso de que a mitad de etapa te hayas quedado sin comida y sin agua, procura llegar a un pueblo y pregunta a la gente. Por lo general las personas que viven en el Camino son muy generosas. Y, además, gracias a nuestra app, podrás calcular cuánto tiempo te queda para llegar al siguiente pueblo. Y también qué servicios podrás encontrar en el mismo.

Por último, recordarte siempre podrás sin problema comer en el Camino de Santiago. Hay diversos bares y restaurantes donde existe el «menú del peregrino«. Una especie de “menú del día” pero más económico (por lo general). Algo que también puede ser una buena opción a la hora de parar para comer o cenar en un sitio.