Cientos de vivencias, imágenes y experiencias; conocer nueva gente y, sobre todo, a uno mismo. El Camino de Santiago tiene muchos alicientes y, a cada paso, algo por descubrir. Pero para poder realizarlo y no quedarnos a medias, necesitamos cuidarnos durante el peregrinar.

Mantener en forma nuestros pies es fundamental si queremos ir etapa a etapa y no tener que regresar a casa antes de tiempo. Todos los días, una vez acabemos el recorrido planteado para esa jornada, es necesario realizar unos buenos estiramientos. Posteriormente, una buena ducha e higiene y, finalmente, nutrir los pies con una crema hidratante. Así evitaremos que ampollas o callosidades frenen nuestros pasos.

Pero si además queremos aprovechar al máximo el Camino, unas reconfortantes cremas balsámicas o geles fríos nos permitirán recorrer y conocer aquellas localidades en las que pernoctemos.

Las farmacias ofrecen productos que nos pueden ayudar, como los de www.saltratos.com, que posee una amplia gama para nuestros castigados pies.