La trasera de la iglesia de Santiago en Cáceres ha ocultado durante siglos lo que acaba de aparecer en unas obras de soterramiento de contenedores: una calzada romana, muy probablemente trazado original de la Vía de la Plata.

Eso significaría estar ante la primera evidencia de este tipo en la ciudad. Hay vestigios de este camino a las afueras, por ejemplo en Valdesalor o en Casar de Cáceres, pero ninguna en la capital. En marzo del año 2007, las labores para dotar de red de saneamiento a la urbanización Vistahermosa sacaron a la luz uno similar al de ahora en Santiago. Los especialistas de la Junta determinaron que era de la Edad Media, una contestación que contradecía el criterio de Isaac Moreno, un experto en infraestructuras romanas que visitó Cáceres para ver los restos, invitado por la Asociación de Amigos de Vía de la Plata. Él, ingeniero de Obras Públicas, que ha estudiado estas infraestructuras en España, Francia, Italia y Suiza, autor del ensayo ‘Vías romanas: Ingeniería y Técnica constructiva’ (editado por el Ministerio de Fomento), no tuvo duda: «son las tripas de la Vía de la Plata», aseguró. El gobierno regional no lo valoró de igual forma, y tras varios meses al descubierto, esas piedras históricas fueron tapadas.

Ahora, en la plazuela de Santiago, se vislumbra un final distinto. «Parece claro que es una calzada romana, y lo que hay que confirmar es que se trata de la Vía de la Plata», anticipa Miguel López. Para ello, continuarán las excavaciones, que tienen como objetivo obtener más datos arqueológicos, evidencias que permitan aclarar con exactitud si corresponde a un tramo del histórico trazado entre Mérida y Astorga. Por tener una referencia, los restos hallados presentan algunas diferencias respecto a la calzada romana que se puede ver en Mérida, en el edificio de las consejerías. La que ha aparecido en Cáceres es más imperfecta, más propia de las que se localizaban a las afueras de las urbes que en su interior, y según las primeras estimaciones, tuvo uso hasta el año 1300, aproximadamente.